La superficie de las manillas antibacterianas es una superficie especial que impide inmediata y permanentemente el crecimiento microbiano.
La superficie tiene iones de plata incorporados en un soporte de cerámica de vidrio. Estos son componentes activos y evitan el crecimiento de microorganismos como bacterias, algas y hongos.
Los iones de plata destruyen las membranas celulares de estos gérmenes. Esto bloquea la respiración e ingestión de alimentos de las células y así se detiene la división celular. Pruebas independientes han demostrado que reduce en más del 99% el crecimiento de los gérmenes.